La geometría de la ranura de Núcleo del estator del motor Es uno de los parámetros de diseño más influyentes que determinan cómo viaja el flujo magnético a través de la estructura del estator. Las ranuras sirven como alojamiento para los devanados de cobre y su forma influye directamente en la eficiencia con la que se producen y distribuyen los campos electromagnéticos. Al modificar parámetros como el ancho, la profundidad y la forma de la ranura (rectangular, trapezoidal o semicerrada), los ingenieros pueden controlar la distribución del flujo magnético y minimizar la distorsión del campo local. Una ranura estrecha mejora la concentración de flujo pero corre el riesgo de saturación magnética cerca de la raíz del diente, mientras que una ranura ancha puede provocar fugas de flujo y una reducción de la producción de torque. Para lograr una configuración óptima, se utilizan herramientas de simulación electromagnética como el análisis de elementos finitos (FEA) para visualizar líneas de flujo y variaciones de densidad magnética. El objetivo es lograr una trayectoria de flujo uniforme a través de todos los dientes del estator, minimizando la saturación localizada y manteniendo la máxima salida de torque. Las geometrías de ranura avanzadas, como las ranuras sesgadas o semicerradas, pueden equilibrar aún más el campo electromagnético, reducir las pérdidas y mejorar la eficiencia de la generación de par.
El diseño de dientes del núcleo del estator del motor tiene un profundo impacto en la eficacia con la que la energía magnética se convierte en par mecánico. Cada diente actúa como un conducto para el flujo magnético entre el estator y el rotor, y su geometría determina cómo se concentran y fluyen las líneas de flujo. Parámetros como el ancho, la altura y el radio del chaflán de la punta del diente afectan directamente la densidad del torque. Por ejemplo, una punta de diente demasiado afilada puede provocar un apiñamiento del campo magnético, provocando saturación localizada y generación de calor. Por el contrario, una punta de diente redondeada o achaflanada distribuye el campo magnético de manera más uniforme, mejorando la eficiencia magnética y evitando la saturación prematura del material. Los diseñadores suelen emplear geometrías de dientes variables, donde el área de la punta se optimiza para maximizar el flujo de aire mientras que el área de la raíz mantiene la resistencia estructural. Esto garantiza un equilibrio entre rendimiento magnético y robustez mecánica. En aplicaciones que requieren una alta densidad de par, como vehículos eléctricos o accionamientos industriales, la geometría de los dientes optimizada puede mejorar la eficiencia de conversión de energía hasta entre un 10% y un 15%, al tiempo que reduce las pérdidas magnéticas.
El apertura de ranura (el estrecho espacio entre las puntas de los dientes adyacentes) afecta tanto las características electromagnéticas como las mecánicas. Una abertura de ranura más pequeña minimiza la fuga de flujo pero puede aumentar el par de engranaje, mientras que una abertura más amplia permite una mejor inserción del devanado a costa de un acoplamiento electromagnético reducido. Por lo tanto, los ingenieros deben lograr un equilibrio entre la capacidad de fabricación, el rendimiento magnético y la suavidad del par. El factor de llenado de ranura , que define la cantidad de cobre que se introduce en la ranura, también influye directamente en la densidad de par. Un factor de llenado más alto significa más capacidad de transporte de corriente y, por lo tanto, mayor salida de par. Sin embargo, esto debe equilibrarse con la gestión térmica, ya que los devanados más densos generan más calor. La geometría de ranura diseñada correctamente garantiza una utilización óptima del cobre, una refrigeración mejorada y una reducción de las pérdidas de energía. Las simulaciones computacionales de acoplamiento termoelectromagnético se utilizan a menudo para validar la geometría de la ranura, asegurando que la carga eléctrica no exceda el límite de saturación magnética del estator.
El par dentado es un par pulsante no deseado generado debido a la alineación entre los dientes del estator y los imanes del rotor. Las variaciones en la geometría de las ranuras y el paso de los dientes son herramientas esenciales para mitigar este problema. el uso de diseños de ranura fraccionaria , ranuras sesgadas , o arreglos dentales asimétricos Rompe la periodicidad magnética, reduciendo la ondulación del par y la vibración. Estas optimizaciones de diseño no solo mejoran la suavidad del torque sino que también reducen los niveles de ruido acústico. En motores de alta velocidad o aplicaciones de precisión, incluso cambios geométricos menores en el núcleo del estator pueden mejorar significativamente el rendimiento dinámico y minimizar el desgaste inducido por las vibraciones. El Núcleo del estator del motor actúa como columna vertebral electromagnética del motor; por lo tanto, su configuración de ranura y diente debe mantener un equilibrio armónico y al mismo tiempo permitir transiciones de torsión suaves. La reducción del par dentado también contribuye a mejorar la eficiencia, ya que se desperdicia menos energía mecánica para superar las fuerzas magnéticas irregulares.
Lograr una distribución uniforme del flujo magnético dentro de los dientes del estator es fundamental para evitar saturación magnética . Las variaciones en el diseño de los dientes, como ahusamiento o abocinamiento, pueden redistribuir la densidad del flujo desde la región de la raíz de alta tensión hasta la punta, reduciendo la concentración del flujo y permitiendo una generación de torque más consistente. Los ingenieros suelen emplear modelos FEA avanzados para analizar los contornos de densidad magnética en cada diente e identificar puntos críticos. Una vez detectado, se pueden realizar ajustes geométricos, como aumentar el ancho de la base del diente o alterar la profundidad de la ranura, para normalizar la trayectoria del flujo. Esta uniformidad no sólo mejora la eficiencia electromagnética sino que también reduce la histéresis y las pérdidas por corrientes parásitas. El resultado es un sistema energéticamente más eficiente. Núcleo del estator del motor que mantiene un rendimiento estable en condiciones de carga y velocidades variables, evitando la degradación a largo plazo debido a puntos calientes térmicos o pérdidas inducidas por saturación.